“(…) Y un tipo o polo esquizo-revolucionario que sigue las líneas de fuga del deseo, pasa el muro y hace pasar los flujos, monta sus máquinas y sus grupos en fusión, en los enclaves o en la periferia, procediendo a la inversa del precedente: no soy de los vuestros, desde la eternidad soy de la raza inferior, soy una bestia, un negro.” (Deleuze & Guattari)

domingo, 4 de marzo de 2018

ES NECESARIO DESTRUIR EL CINE (GUY DEBORD)


"(...) “La estética es la forma que toma la fusión aparente del capital y de la vida en las metrópolis”, dice un texto llamado “Bello Infierno” del Comité Invisible, Tiqqun. Es una frase en mitad de un razonamiento que pone de relieve una separación creada, entre la noción de “arte” surgida en el siglo XVIII -según los autores- como “un ámbito especial de la existencia, celosamente distinto de la vida”. ¿La misma separación que Guy Debord diría sobre el espectáculo? “Todo lo que era vivido directamente se ha apartado en una representación” ¿La misma relación que vemos con nitidez si repasamos la historia del cine cuando nos encontramos a esta actividad, la cinematográfica, desarrollada desde su aparición en forma de negocio, necesitada de fuertes inversiones y condicionada de manera determinante por la rentabilidad de su exhibición?


A través de esa estrecha relación entre capital y estética, capital y espectáculo, capital e imágenes… de cine, nos permitimos algunas sospechas que planteábamos hace algunas semanas al hablar de la cultura-chimpancé: ¿Y si todo el audiovisual con el que aprendimos, como humanidad, a ver y oír cine, (representación audiovisual en general), hubieran sido solo las sombras generadas por el dinero? ¿Y si todo el audiovisual que producimos no agrega mas que un remolino a los ojos y ruido a los oídos porque no es más que variación del cine-dinero?

Gran parte del adiestramiento espectador ha sido a base de formas de representación, películas, posibilitadas desde y para el capital que las sostuvo? ¿Agregaremos infinitas piezas audiovisuales al cine que ya era inabarcable, replicándolo al infinito? “El capitalismo audiovisual pasó (ayer) de hacernos consumir imágenes a (hoy) hacernos consumir objetos con qué producirlas”, nos decía una de las participantes de las Jornadas del Medialab el lunes pasado. Es cierto. Tenemos la potencia productora pero quizá nos falta un re-aprendizaje que nos permita escapar del condicionamiento con el que el elitismo productor nos ha ido conformando. Hay que seguir retomando la senda de los desertores de ese Cine-dinero que fueron abriendo surcos a la imagen-negocio y que cortocircuitaron la hipnosis."

1 comentario:

  1. Pienso en Kafka y en el abandono momentáneo de su "respiración", la literatura, por ir al cine mudo. Quizás hubo algo en ese cine mudo que hiso a un Kafka imposible de imitar (lo decía Borges: "quise escribir como Kafka pero no puedo")tanto sus cuentos y su pulso-escritor. A lo sumo a mi me gusta el cine de vez en cuando, y son siempre ciertas escenas las que me llaman la atención: por ejemplo algún vestigio de abrazo de enamorados ("de existencia propia"), o algún murmullo de canción olvidada, o canción que va a ser olvidada, o un baile fogoso, salvaje... Es increíble pero en el cine lo menos que hago es escuchar, solo veo gestos, quizás lo ultimo que va quedando de los Blooms -que miran la hora- apunto de irse a la nada. Eso vio Kafka.

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